Hay espectáculos que uno esperó ver toda la vida.
Ayer fuimos al teatro con el chancho. Al Centro Cultural de la Cooperación.
"Un hipo desafinado". Unos títeres divinos.
Pero el chanchito le robó el show al hipo.
Miró todo atento a upa, sonreía con el chupete puesto,bailó con cada acorde...
y al final parado y saltando como loco mientras gritaba/cantaba.
Todo esto sin haber dormido la siesta.
Es un groso, cada día lo admiro más.
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