martes, 2 de marzo de 2010

Mi amiga, la mercería

¡Ah! En la mercería no vendían mersas (cuac).
Nunca pero nunca visité tanto ese local como en estos últimos días.

Te digo que entre el bordado del nombre en dos delantales que me quedó divino (por suerte le puse León y no Lautaro Nahuel Argentino como un compañerito)...
Y el monstruo de seis patas hechas con media medibacha y seis medias sin par, ojos de botones verdes que él mismo eligió y un cordón naranja ("cordón gitano", dijo la ¿mercerista?)de correa...

Estoy hecha una grosa edipo cualquiera.

Parte diario: Hoy estuvo bárbaro. Fue con el papá y volvieron con un gusano de media relleno con papel de diario y la consigna de "producirlo" (¡Re Luli!) para llevarlo mañana. El gusano en la producción mutó a monstruo y fue bautizado "Abuf".

2 comentarios:

lali balbi dijo...

ajajajajaja
qué gracioso abuf!

Ana dijo...

Ah claro, te los entrenan de chiquitos para que de grandes sean como Luli! Ahora entiendo todo.

Es buena esa de calcular el nombre del niño para evitarse el bordado.