sábado, 31 de julio de 2010

A llorar, a mi casa

Hoy descubrimos que somos la familia del hombrito.
Cuando alguien se separa de su pareja viene a nosotros.
El recién separado llega, es atendido por sus propios dueños que ceban mate y escuchan.
Los anfitriones siempre ofrecemos "quedate a comer".
León entretiene y levanta el ánimo, claro.
El servicio incluye charlas telefónicas diarias de contención y seguimiento.
Y, obvio, siempre un "venite".

Cuando el separado se amiga o comienza una nueva relación vuelve a desaparecer por un tiempo.
Pero la familia del hombrito está feliz y saluda desde la puerta con la satisfacción de la misión cumplida.

8 comentarios:

lali balbi dijo...

este relato de la familia hombrito es lo mejor del día seño
amorosa

pregunta: en caso de peleas momentáneas, la familia hombrito ¿también es así de dispuesta? digo, si un día me peleo con dadá ¿ustedes me contienen hombris?

lachubasca dijo...

Con familias hombrito así, uno se puede separar y reconciliar tranquilo...igual deberían pedir un masaje de espalda a los que se reconcilian. O al menos un átomo desinflamante para untarse entre ustedes...

exseñoM dijo...

Hay hombro para todo...¡para embarazos sorpresivos también! En esa somos bárbaros!!

Dante dijo...

la historia no la escriben los que ganan, ni los que pierden, la escriben los hombritos

Catafa dijo...

Que necesarias las familias hombrito. Gracias por existir. Y me encantó el post, lo leí en vos alta.

Malhumoretti y Neptuno dijo...

qué sería de nosotros los border sin ustedes, los hombrito?

(el valor agregado que le da león es lo que los hace ganar ante la competencia hombriteril.)

Sil dijo...

Que linda la familia hombrito!! atienden perdidas laborales o estados de locura transitorios??

exseñoM dijo...

Sil, los temas relacionados con laburo y economía los padecemos, que nadie venga a llorar que lloramos más fuerte. Locuras sí, se atiende y se contiene con amor.