Con la maraca chiquita grabó el hit de los Chanchitos Locos (el papá se babosea todo jurando que en un momento va perfectamente a tiempo).
Ahora S. decidió que ya estaba para pasar de nivel y le entregó la maraca más grande.
Él está como loco y no la suelta nunca, la lleva a la calle, se duerme agarrándola, se despierta haciéndola sonar... Un divino.
4 comentarios:
para eso estamos los tíos mágicos.
La próxima etapa será un tambor, como para que siga acumulando, vió?
¡QUÉ LINDO ES!
los felicito...ahora si en 10 años lo tenemos al chico con la bateria todo el día no se quejen eh?
Que precioso, está re a pleno con sus maracas...y esos piecitos...
es lo más leonchus con su ritmo en la sangre.. Debo aclarar que también escribe en la compu, deleitándo a sus lectores con sus genes maternos
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